Apreciación

Mi esposo y yo montando a Palomo y Canelo, los caballos.
Mi Esposo y Yo Montando a Palomo y Canelo Respectivamente.

Antes de mi accidente a caballo, estaba meditando sobre la apreciación. Ahora que me he torcido un pie y tengo una férula de algodón, tengo un poquito más claro este concepto, y el ejercicio que estaba comenzando a hacer.
Bien, para empezar debo admitir que:

Soy tan ciega por el simple hecho de ver.
Soy tan fría por el simple hecho de sentir.
Soy tan sorda por el simple hecho de escuchar.
Soy tan muda por el simple hecho de hablar.

Y así me puedo ir con cada uno de mis sentidos porque no los veo, no los aprecio, no valoro lo que soy, lo que tengo y lo que puedo hacer con ellos, porque ya los tengo. Ya son parte de mi por la simple bendición del creador. ¡Pausa! ¡Pausa! Necesito apreciación.

Valor para ver.
Valor para sentir.
Valor para respirar.
Valor para escuchar.
Valor para hablar.
Valor para amar.
Valor para vivir.

Esta negligencia ha pausado mi vida y me ha dado un lente con otra perspectiva.
Creí por un momento que me quedaría en cama sin poderme mover.
¡Pero que va! He hecho mi vida normal y me he tenido que demostrar a mi misma que puedo, aunque me cueste más trabajo, y aunque no tenga uso de mi pierna derecha. Pero ¡Ojo! La satisfacción aparece. Porque ahora veo mi esfuerzo. Veo mis hechos con mis ojos y con cada uno de mis sentidos, los cuales son más ingeniosos a la hora de moverme. Observo y aprecio lo que tengo que hacer gracias a esta experiencia. Eso es lo que nos da la vida, demasiadas experiencias, apreciarlas; porque así habrá momentos en la vida en los cuales podremos comprender a los demás y ponernos en sus zapatos.
La comprensión nos unifica cuando permitimos que entre a nuestra vida.

Ahora mi cabecita puede comprender un poco, solo un poco, cuales son las dificultades de una persona discapacitada. Me refiero a alguien con una discapacidad permanente. Podría ser peor que las de mi experiencia reciente.

Debemos comprender que los límites no existen. Tú los creas. Ten en cuenta que tú te mandas a ti mismo, tú no eres tus pensamientos, tus pensamientos no son tú, la mente no eres tú. La mente te sirve para ayudarte a ti mismo, para impulsarte y para ayudarte a ser mejor en lo que tú quieras. Tú eres el agente y administrador de tu vida, tú sabes que comer, a quien amar, a quien ayudar y a quien servir. Recuerdo las palabras de Dale Carnegie: Ten pensamientos de paz, valor, salud y esperanza, porque tu vida es obra de tus pensamientos. Tus pensamientos construyen tu vida, por lo que tenemos que tener el control de nuestra mente.

Tenemos una mente brillante para trabajar y hacer las cosas. ¿Qué estamos esperando? ¿Que la vida nos arranque a todo ser querido? ¿Que nos quite nuestra salud? ¿Qué? ¿Qué esperamos?
No esperemos un accidente, una señal o un despertar. Podemos despertar por nosotros mismos. ¡Ahora!
¡Detente! ¡Detente! Solo un poco de apreciación. Eso es todo lo que necesitamos. Apreciar con todo nuestro ser y ver más allá, con nuestros verdaderos ojos. 
Nos sorprenderemos de los nuevos detalles y sentiremos más presente la belleza del ser vivo que hay dentro de nosotros.

"Los verdaderos tesoros de tu vida no se descubren con una venda en los ojos, sino al quitarnos esa venda; abriendo los ojos del corazón"


- Lizú de Lingow



Saliendo de emergencias del hospital arboledas.
Gracias a todos los que me atendieron y me hicieron sentir un poquito mejor. 

Comentarios

Entradas populares